CAF, Champions League, Balón de Oro... ¿Por qué 2022 podría ser el año de Salah?

La estrella del Liverpool ya se ha elevado a jugador de nivel mundial, pero ahora quiere las medallas y los premios individuales para cimentar su legado

Bien, respiremos profundo y arranquemos.

En 2021, Mohamed Salah marcó 37 goles con el Liverpool. Sólo Ian Rush ha conseguido más goles con el club en un año natural, e incluso el máximo goleador de los Reds de todos los tiempos no puede igualar el récord de Salah de 26 goles por fuera de Anfield en un solo año.

Salah ocupa ahora el décimo puesto en la lista de máximos goleadores históricos de los Reds, y tiene un mejor ratio de goles por partido que cualquiera de los nueve jugadores que están por encima de él, Rush incluido.

Es el jugador que más rápido ha marcado 100 goles en la máxima categoría con el Liverpool, y ahora es el máximo goleador de la historia del club en la Champions League, tras haber superado en octubre la cifra de Steven Gerrard.

Ese mismo mes, se convirtió en el primer jugador del Liverpool en marcar un triplete en Old Trafford desde 1936, como parte de una racha en la que estableció un nuevo récord del club al marcar en nueve partidos consecutivos.

Eclipsó a Didier Drogba como el jugador africano más goleador de la Premier League, y entre septiembre y diciembre igualó el récord de Jamie Vardy de marcar o asistir en 15 partidos consecutivos de la máxima categoría.

La temporada pasada marcó 31 goles y en esta ya lleva 22: 15 de ellos en la liga. Sólo Alan Shearer, Thierry Henry y Harry Kane han ganado tres Botines de Oro de la Premier League, pero sería una sorpresa que Salah no añadiera su nombre a esa lista en mayo.

Existe un dicho entre los jugadores y el personal del Liverpool, que dice que cada vez que se menciona una estadística o un récord, Salah no sólo lo escucha, sino que también tiene la posibilidad de batirlo. Nada se le escapa.

“Excepcional”, dice Jurgen Klopp. “Sabemos que en el futuro se hablará de algunos jugadores de este equipo, y al cien por cien se hablará de Mo Salah, porque sus números aquí son demenciales e increíbles”.

Klopp, al igual que muchos otros, se quedó perplejo cuando Salah quedó apenas en el séptimo lugar en la reciente lista del Balón de Oro, y se sorprendió de que el jugador de 29 años no fuera preseleccionado para el Once Mundial Masculino FIFPro XI.

Cree que Salah ha sido el mejor jugador del mundo este año, un punto al que hacen eco personajes como Sadio Mane, Trent Alexander-Arnold, Fernando Torres, Arsene Wenger, Rio Ferdinand y Jamie Carragher, entre otros.

Salah se ha entregado al Liverpool durante los últimos cuatro años, y antes en Italia a la Roma y a la Fiorentina, y no cabe duda de que además ha subido de nivel en los últimos 12 meses.

Se ha elevado a la categoría de estrella mundial, es un jugador capaz no sólo de hacer números alucinantes, sino también de vivir momentos de una calidad absoluta y asombrosa. Como prueba A y B, los goles de la temporada contra el Manchester City y el Watford a principios de esta temporada.

Uno se pregunta: ¿hasta dónde puede llegar? Los aficionados del Liverpool esperarán y rezarán por un nuevo contrato, debería ser una prioridad para Fenway Sports Group, los propietarios del club, pero Salah es mucho más que seguridad y recompensa económica.

“En mi mente, soy el mejor jugador del mundo”, dijo recientemente. El legado es su mayor motivación.

Los trofeos son lo que asegurará ese legado, y en ese sentido 2022 podría ser el mejor año de Salah.

Ya es un campeón, ganador de la Premier League y de la Champions League, pero los próximos 12 meses están repletos de oportunidades.

Desde la Copa Africana de Naciones, en enero, hasta la Copa Mundial, en diciembre, la historia le acecha, junto con la posibilidad de asegurarse los premios individuales que tanto ansía.

Los aficionados del Liverpool, naturalmente, lamentarán su ausencia por la CAF, pero esa es una opinión egoísta.

Si se le pregunta a Salah por sus momentos más bajos en el fútbol, sin duda saldrá a relucir la derrota ante Camerún en la final de 2017 en Gabón. Es un gran dolor para los jugadores de su clase, y así debe ser.

Egipto es el equipo más laureado de la competición, y comenzará este torneo entre los favoritos, en busca de una primera victoria desde 2010. Salah, por supuesto, es la clave de sus esperanzas.

Realmente fue la gloria de la Copa América la que le aseguró a Lionel Messi su séptimo Balón de Oro este año, y Salah sabe que el éxito en la escena internacional lo elevaría aún más. Por ello, la clasificación para Qatar también es imprescindible. No se puede pensar en un Mundial sin él.

En cuanto al Liverpool, hay mucho que esperar.

Las esperanzas de los Reds de conseguir el título de la Premier League han sufrido un golpe en los últimos quince días, pero todavía están ahí balanceándose, y para cuando Salah regrese de la CAF podrían tener una final de la Copa de la Liga por delante, así como una eliminatoria de octavos de final de la Champions League contra el Inter en el horizonte. Independientemente de sus dos últimos resultados, el equipo de Klopp se sentirá atraído por la posibilidad de conseguir un título en mayo.

“Quiero ganarlo todo, batir todos los récords”, dijo Salah.

Está desesperado por jugar en todos los partidos que pueda, contra los más grandes y los mejores y bajo la mayor presión. Cada etapa es su etapa, cada día es su día, incluso cuando la situación sugiera lo contrario.

Es esa mentalidad la que le ha permitido escalar las cimas que ha alcanzado. Incluso cuando su equipo tiene problemas, como el Liverpool en los primeros meses del año, Salah sigue creyendo, sigue marcando.

A menudo se emociona y normalmente lo da todo, pero rara vez está satisfecho. Lo que es un buen augurio, tanto para el LiverpooI como para Egipto.

El año 2021 fue espectacular para Salah, repleto de momentos mágicos, pero el 2022 podría ser aún mejor.

Ahora, este notable e implacable futbolista quiere más medallas para acompañar sus recuerdos.